Modo aleatorio

(Poema original de Marwan aquí ) A veces hablando con algún conocido que lleva siglos con alergia a vivir le pregunto cómo lo lleva, cuándo disfruta, y siempre responde lo mismo. Todos aquellos que conozco y llevan años viviendo sobre plan trazado responden lo mismo: así es la vida, ¿no? Y lo cierto es que no lo entiendo. O tal vez sí lo entiendo pero no quiero imaginarme a lo que se refieren porque intuyo en sus palabras las renuncias y todo aquello que perdieron - éxtasis, libertad, sueños y sorpresas - a cambio de una vida que no les deja decidir, de días que imitan a días que imitan a días anteriores. Conozco pocas personas que lleven media vida en la inercia y hayan conseguido con el paso de los años cambiar el destino de su trayectoria. Me pregunto si a mí me sucederá lo mismo, si al encontrarme a un vividor, lo llamaré loco y le pondré exactamente las mismas excusas.

Ven y escúchame, no soy más que un fraude. Mi corazón parece cartón piedra, un estafador con mención cum laude. Experta en echarlo todo por tierra, en abrir la puerta a la tentación y quejarme si pasa y nunca cierra.   Me encierro a contar en mi habitación todas las veces que me he equivocado y no he querido darte la razón.    Si era mejor cualquier tiempo pasado, si no puedo deshacer este nudo, ¿por qué estoy lejos estando a tu lado? No hay valor ni sentimiento desnudo, no hay confesión de bandeja de plata. Quiero el amor poco hecho, más bien crudo, que, si no es contigo, se me atraganta.

La niña de los lazos. El velcro en las playeras. Las escayolas en los brazos. Pijama, dientes, pis, carrera. Las bromas con número oculto. Los gogos, los tazos, las fichas de la Liga. Las canciones del día de Reyes. Tres días de hotel con dolor de barriga. Mojar la gorra en el grifo. Los caramelos de Coca Cola en pintura. Las canciones de campamento. Las tablas de skate en miniatura. Los nombres en la pizarra. El tres en raya en la galería de sexto. El castigo de sujetar con fuerza la canasta de baloncesto. La clase de música en el rincón. La regla elástica de Altamira. El juego de los frutos verdes en la fuente. Los Sims y las piscinas. La fila de atrás del Castromocho. Los helados tachados del cartel. El sello de la fecha de la biblioteca. Las Pikotas a granel. Los Duplo, los LEGO y los Playmobil. Los 110 de la balonera. El castigo de subir la rampa y bajar las escaleras. Mi libro de canciones. Chiscar con a