Pequeños cambios

Un cambio de marcha
para cruzarnos en la misma esquina
y que me cedas el paso
y una mirada de propina.

Un cambio de aires
para volarte la mente
y que sople el viento a mi favor
y resolvamos lo pendiente.

Un cambio de titularidad
para poner a tu nombre mi vida
en un contrato vitalicio
sin más cláusula añadida.

No me des más oportunidades.
Dame un cambio, dichosa suerte:
cambia un "¡Qué elegante!"
por un "Me moría por verte".

"Vos, tan orgulloso, nunca me avisaste

que tal vez fuiste mío aquel verano."