Yo también

A mí también me ha pasado. Yo también he sentido que caminaba en círculos que me llevaban siempre a la misma línea de salida. He peleado contra fantasmas que solo existían en mi imaginación y monstruos que en realidad eran solo sombras. He defendido mis ideas con fuerza para después darme cuenta de que estaba equivocada, pero he rectificado a tiempo… para volverme a equivocar. Me gustaría creer que existe una verdad absoluta, un único camino, un manual del perfecto habitante del planeta Tierra. Pero en su lugar tengo dudas, preguntas sin respuesta, respuestas contradictorias, contradicciones internas, una vida interna que se sale del recipiente. Me he resignado a la inercia, a dejarme llevar por lo que debo hacer, a escuchar el cuento de siempre. Me he encontrado en punto muerto, donde avanzar hacia delante es difícil y retroceder ya no es una opción. He gastado mucho tiempo justificando lo que hago como un puro trámite para conseguir algo mejor, anhelando la meta y despreciando el camino. He tenido miedo a lo desconocido, a veces por pura ignorancia y a veces por comodidad. He culpado a las circunstancias cambiantes, cuando lo único que había cambiado era yo. Me he tirado horas escuchando basura, intentando encontrar sentido a cosas que no lo tienen, practicando la multitarea para evadirme de una mala elección con asistencia obligatoria. Me he refugiado por breves momentos en sentimientos implícitos, en universos paralelos, en sueños irrealistas. Me he sometido de continuo a la dictadura de la utilidad, el rendimiento y la productividad, dejando a un lado la belleza intangible, el recreo del alma, las sinrazones que me hacen feliz.
 
A mí también me ha pasado, sí. Pero a mí también se me he pasado. Tal vez en unos minutos, unas horas, unos días, unos meses… De repente me he despertado y alguien había ordenado el desastre en la habitación de mi vida. Los pájaros en mi cabeza han pasado de carroñeros a bellos cantores. Tal vez no he encontrado la solución al problema, pero he aprendido a vivir con él. O a calmarme, parar y respirar, revisar mis prioridades. He buscado ayuda y la he encontrado. He apostado por lo que quiero, a pesar de lo que otros pudieran opinar. He dicho que sí, que me apunto, que quiero, que perdono, que empezamos de nuevo y vamos a cambiar la historia. 

"Soñar no está de más, es mejor que vivir dormido.
O que dejarse llevar y no llegar a ningún sitio."

Comentarios