Cierro otra puerta y adiós decepción
No me fío de quien cambia de opinión como de sombrero ni de quien oscila por un tiempo indefinido entre el abrazo y el olvido. Porque donde un día dijo digo, ahora dice Diego; porque se lavará las manos en cualquier asunto; porque callará y otorgará...
Me fío más de quien me busca el mismo día y en el mismo lugar que años atrás. Bajo los mismos arcos que atravesé una y otra vez con la esperanza de darme de bruces con su perfume. Ese tipo que me coge de la mano y no me la suelta; que me recuerda que siempre estuvo ahí, en un segundo plano, arreglándome la vida, mejorándome el perfil...
No confío en aquellos que se equivocaban contigo, que no daban un duro por ti. No creyeron que tras ese aspecto se escondiera el alma de mi reconquista, por mucho nombre y fama que te precedieran. Te tacharon de amateur, de escupir palabras banales, de manejarme como el croupier hace con su baraja, de abusar de los clichés...
Si hay que confiar en alguien, confío en ti. Confío en que eres la horma de mi zapato, el roto para mi descosido, la persona con la que romper estadísticas, el factor común de mi media de 3 enamoramientos diarios... Así que empecemos a caminar en círculos, a combinar tu pajarita con mis stilettos, a darnos los dos besos de cortesía y el medio beso de invitación, a abrazarnos los dos y la botella, a quedar a solas como en un vis-a-vis, a compartir affaire, a inventarnos nuestro propio argot, a descubrir que estamos hechos al dente, a dejarnos la vergüenza encerrada en el placar.
Por si aún no logro entenderte, hazme de Cicerone por todas tus muecas y déjame cambiar esa confusión por una sonrisa. No te preocupes si la vida te lleva por caminos raros, porque cuanto más lejos te vas, menos sé de ti y más me gustas... paradojas de la vida.
Pero si te marchas por tu propio pie, asegúrate de dejar bien cerrada nuestra historia. Tapia todas las puertas que sean necesarias, borra todos los "continuará", cierra con llave y tírala al fondo del mar... todo con tal de que el maldito efecto Zeigarnik no me haga recordarte.
Me fío más de quien me busca el mismo día y en el mismo lugar que años atrás. Bajo los mismos arcos que atravesé una y otra vez con la esperanza de darme de bruces con su perfume. Ese tipo que me coge de la mano y no me la suelta; que me recuerda que siempre estuvo ahí, en un segundo plano, arreglándome la vida, mejorándome el perfil...
No confío en aquellos que se equivocaban contigo, que no daban un duro por ti. No creyeron que tras ese aspecto se escondiera el alma de mi reconquista, por mucho nombre y fama que te precedieran. Te tacharon de amateur, de escupir palabras banales, de manejarme como el croupier hace con su baraja, de abusar de los clichés...
Si hay que confiar en alguien, confío en ti. Confío en que eres la horma de mi zapato, el roto para mi descosido, la persona con la que romper estadísticas, el factor común de mi media de 3 enamoramientos diarios... Así que empecemos a caminar en círculos, a combinar tu pajarita con mis stilettos, a darnos los dos besos de cortesía y el medio beso de invitación, a abrazarnos los dos y la botella, a quedar a solas como en un vis-a-vis, a compartir affaire, a inventarnos nuestro propio argot, a descubrir que estamos hechos al dente, a dejarnos la vergüenza encerrada en el placar.
Por si aún no logro entenderte, hazme de Cicerone por todas tus muecas y déjame cambiar esa confusión por una sonrisa. No te preocupes si la vida te lleva por caminos raros, porque cuanto más lejos te vas, menos sé de ti y más me gustas... paradojas de la vida.
Pero si te marchas por tu propio pie, asegúrate de dejar bien cerrada nuestra historia. Tapia todas las puertas que sean necesarias, borra todos los "continuará", cierra con llave y tírala al fondo del mar... todo con tal de que el maldito efecto Zeigarnik no me haga recordarte.
"It was you who closed the story
but it's me who's feeling sorry."
Comentarios
Publicar un comentario