Brindo por vos
Brindo por ellos, por los amigos que derrochan simpatía.
Por los que saben qué decir, cómo decirlo y cuándo. Por los que no tienen ni idea de qué decir pero lo intentan. Por los que hablan más de la cuenta y por los que callan más de la cuenta. Por los roncos de cantar en conciertos, de gritar en partidos o de besar en pistas de baile.
Por los que conocí ayer y ya saben todo de mi vida. Por los que conozco de toda la vida y no saben qué hice ayer. Por los que quisieron cuando no pudieron y por los que pudieron cuando no quisieron. Por los que saben, antes que yo, qué haré mañana o en otra vida. Por los que no necesitan saberlo todo para entender.
Por los que juegan en equipo y por los que disfrutan del mano a mano. Por los que comparten y por los que se guardan sus cosas. Por los que están a casi 400 kilómetros y por los que están a la vuelta de la esquina. Por los que están siempre en línea. Por los que ves una vez al año (que no hace daño) y por los que estás harto de ver todos los días.
Por los que no se cortan un pelo y por los vergonzosos. Por los que dicen la verdad, aunque duela. Por los que aconsejan, aunque sea mal. Por los que no se cansan de decir "sí". Por los que se preocupan y por los que se ocupan de que todo marche bien.
Por los que no tardan en ponerte al día. Por los de café y por los de cañas. Por los que siempre arriesgan y nunca ganan. Por los que se comen la cabeza por cualquier tontería. Por los que son puro nervio y por los que son pura sensatez. Por los que pierden su vergüenza por hacerte reír. Por la confianza, que tantas veces da asco pero también da muchas alegrías.
Por los que no saben hablar sin bromas. Por los que encuentran un hueco y por los que lo hacen. Por los que no perdonan una. Por los que saben que la próxima será todavía mejor. Por los de las notas de voz y por los de las parrafadas. Por los sentimentales. Por los que se apuntan a un bombardeo y por los huesos duros de roer.
Por los que creen en ti aunque tú no estés seguro. Por los que confían. Por los que nunca te la juegan pero siempre se la juegan. Por los que te hicieron cambiar de opinión y de punto de vista. Por los que nunca lograron ponerse de acuerdo pero siguen al pie del cañón.
Brindo por todos los que son y están, pero también por los que vendrán. Brindo por la amistad.
Por los que saben qué decir, cómo decirlo y cuándo. Por los que no tienen ni idea de qué decir pero lo intentan. Por los que hablan más de la cuenta y por los que callan más de la cuenta. Por los roncos de cantar en conciertos, de gritar en partidos o de besar en pistas de baile.
Por los que conocí ayer y ya saben todo de mi vida. Por los que conozco de toda la vida y no saben qué hice ayer. Por los que quisieron cuando no pudieron y por los que pudieron cuando no quisieron. Por los que saben, antes que yo, qué haré mañana o en otra vida. Por los que no necesitan saberlo todo para entender.
Por los que juegan en equipo y por los que disfrutan del mano a mano. Por los que comparten y por los que se guardan sus cosas. Por los que están a casi 400 kilómetros y por los que están a la vuelta de la esquina. Por los que están siempre en línea. Por los que ves una vez al año (que no hace daño) y por los que estás harto de ver todos los días.
Por los que no se cortan un pelo y por los vergonzosos. Por los que dicen la verdad, aunque duela. Por los que aconsejan, aunque sea mal. Por los que no se cansan de decir "sí". Por los que se preocupan y por los que se ocupan de que todo marche bien.
Por los que no tardan en ponerte al día. Por los de café y por los de cañas. Por los que siempre arriesgan y nunca ganan. Por los que se comen la cabeza por cualquier tontería. Por los que son puro nervio y por los que son pura sensatez. Por los que pierden su vergüenza por hacerte reír. Por la confianza, que tantas veces da asco pero también da muchas alegrías.
Por los que no saben hablar sin bromas. Por los que encuentran un hueco y por los que lo hacen. Por los que no perdonan una. Por los que saben que la próxima será todavía mejor. Por los de las notas de voz y por los de las parrafadas. Por los sentimentales. Por los que se apuntan a un bombardeo y por los huesos duros de roer.
Por los que creen en ti aunque tú no estés seguro. Por los que confían. Por los que nunca te la juegan pero siempre se la juegan. Por los que te hicieron cambiar de opinión y de punto de vista. Por los que nunca lograron ponerse de acuerdo pero siguen al pie del cañón.
Brindo por todos los que son y están, pero también por los que vendrán. Brindo por la amistad.
"Desde un rincón del mundo,
brindo contigo."
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