Cerrar los ojos y abandonarse


No intentes convencerme
para que elija otra opción:
no quiero una noche para no olvidar,
quiero pasar los días en su salón.

Háblame de "para siempre"
en vez de hablarme de "ahora";
llévame contigo, déjame marcada
como la aguja a las horas.

Permíteme que destierre viejas costumbres
y cultive nuevas inquietudes;
déjame que te enseñe cómo se atraen los opuestos:
tu "yo" y mi "tú", mis vicios y tus virtudes.

No te empeñes en hablar más alto
cuando el problema es de no hablar claro.
Déjame que lleve el timón y las velas
y sé tú en la oscuridad mi faro.

Dame libertad para equivocarme,
oportunidad de aprender de mis errores, 
para ser vulnerable,
permeable a los dolores.


 
"Déjame vivir a mi manera.
Eso no hace daño a nadie.
Sólo quiero que me entiendan."

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